Pregunta.- Cultura Senior existe desde el año 2022, se presentan ahora en sociedad, pero esta plataforma deriva de un proyecto muy interesante como es ‘Energía Mayor’. ¿Qué ofrece adicionalmente Cultura Senior?

Respuesta.- Efectivamente. La asociación Cultura Senior, sin ánimo de lucro, está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones desde el 18 de agosto de 2022. En este trascurso de tiempo, hasta su presentación oficial, hemos convocado y realizado algunas actividades y conversaciones, que han servido de preparación. Cultura Senior se distingue por su enfoque dual, abrazando tanto la cultura científica como la humanística. Este nombre refleja nuestra dedicación a proporcionar a nuestros miembros una experiencia cultural completa y equilibrada. ‘Energía Mayor’ ha sido un programa de actividades dirigido por un excelente equipo de trabajo. A las personas mayores de Ceate –Confederación Española de Aulas de Tercera Edad– se le une la Fundación Repsol (y a todo su grupo empresarial). Un programa con un alto valor sociocultural, informativo y divulgativo, dedicado a dar a conocer los avances que se realizan en el mundo en el campo de la ciencia, la investigación, la innovación, la tecnología y la vida de las personas mayores, y que despertó un máximo interés a todos los que participamos, directa e indirectamente, en el desarrollo activo de ambas entidades. El conocimiento directo y grupal de los avances de la ciencia e investigación son las señas de identidad de todas las actividades realizadas. Aprender, visitar, conocer, experimentar, participar, escuchar, preguntar, socializar, escribir, difundir las experiencias nuevas, etcétera, son los motivos del equipo de trabajo, que me han acompañado en su gestión y dirección en estos años. En el año 2020 se nos comunicó que era último de la colaboración entre Ceate y Fundación Repsol. Las razones del nuevo equipo de la fundación, que se nos transmiten para finalizar esta colaboración después de diez años con gran éxito, son que “la Fundación tiene otros objetivos y prioridades”. ¿Se acabó el programa? El equipo de ‘Energía Mayor’ dijo rotundamente: “¡No!” Cultura Senior recoge sus experiencias. Hemos ampliado sus objetivos. Para vivir un envejecimiento activo, Cultura Senior tiene como objetivo principal “vincular en una plataforma a personas mayores y entidades interesadas en potenciar su formación a lo largo de la vida en relación con la ciencia, la cultura, la investigación y la innovación tecnológica para favorecer su inclusión social y la cohesión de toda la sociedad, según marca el ODS 4 (educación inclusiva y aprendizaje continuado) de Naciones Unidas”.

P.- En su presentación han dicho que “tienen gran interés por dos ramas bien diferenciadas: una de humanidades y otro de ciencias y tecnologías”. ¿Es posible la sinergia entre ambas o no es necesario?

R.- Las artes-humanidades y las ciencias son dos grandes motores de la cultura: fuentes de creatividad, lugares de aspiración y marcadores de identidad agregada. Antes del Renacimiento, estaban unidos. La ciencia se llamó filosofía natural. Los filósofos eran tan propensos a especular sobre el arte y la ciencia como sobre la religión y la verdad. Adoptamos un enfoque interdisciplinario para ofrecer una comprensión holística del mundo. La integración de la ciencia y las humanidades enriquece la experiencia cultural de nuestros participantes, estimulando una perspectiva más completa. Debemos aprovecharnos de las Ciencias. Las herramientas digitales, y ahora la inteligencia artificial, expanden las posibilidades de investigar y estudiar en ámbitos de las letras, como la historia, el arte, las filologías y la música… para ampliar nuestros conocimientos. “el hombre es la medida de todas las cosas”, la frase del filósofo griego Protágoras resulta una invitación a relativizar todo cuanto sucede a nuestro alrededor, pues a su juicio no existe la verdad absoluta, sino que las verdades están condicionadas por la mirada propia y la ajena. Es el pensamiento crítico, dentro de la tolerancia y el respecto a las ideas “diferentes” por qué en todo caso estamos en la posesión de nuestra verdad. Toda esta reflexión subyace en los objetivos de Cultura Senior.

P.- Promover espacios de cultura para las personas mayores está, sin duda alguna, en su ADN. Uno de sus cargos por los que es más reconocido es por presidir Ceate. ¿Qué significa para usted, personal y profesionalmente, esta vinculación?

R.- Desde pequeño, mi padre me llevaba a la biblioteca que tenía la empresa en la que trabajaba, para que cogiera libros. Me acostumbre a leer, no solo libros, sino también la prensa diaria vespertina, que compraba todos los días mi padre. Solía decir: “¡Un pueblo culto será más libre!”. Quizás, de ahí viene mi inclinación por los temas culturales. Como profesor, complementaba las clases con temas culturales y sociológicos. Recuerdo implantar los primeros seminarios que se impartieron en nuestro país, como fueron: ‘Animación cultural para el turismo’ o ‘Sociología turística’, entre otros. O preparar un concierto en el Auditorio Nacional para los asistentes de la feria de Fitur. Siempre me he considerado una persona creativa. Estar al día y curiosidad por lo que pasa el mundo. Por eso, me halaga que usted me diga, que la cultura está en mi ADN. Profesionalmente, no renuncié a lo realizado hasta ahora. Saber más ha sido mi constante en todas las entidades a las que hemos pertenecido, no exentas de problemas de todo tipo. Pero los del signo Aries, somos buena gente, creativos y sin miedo al fracaso. Ahora estamos ante un nuevo reto como es Cultura Senior. Envejecer de manera activa y saludable, personal y colectivamente, depende de una diversidad de variables, pero para nosotros son muy importantes la cultura, la ciencia y la educación, que condicionan la forma en la que envejecemos, porque influyen en todos los determinantes del propio envejecimiento.

P.- Es sociólogo de formación, así que me gustaría saber cómo resumiría la evolución, el cambio social, que el colectivo sénior ha experimentado en estas últimas décadas.

R.- Estudié Sociología en la antigua Universidad de San Bernardo en Madrid (1970-1973) en una España al final de una Dictadura, tras haber cursado Publicidad (1966-1969). Tuve profesores ilustres, que me dejaron huella, incluso algunos fueron ministros en las primeras etapas de la Democracia. Trabajaba y estudiaba a la vez con becas de la empresa. Nuestro país quería dejar atrás la Guerra Civil –todavía hay heridas no cerradas– y se estaban preparando y poniendo las bases para el cambio de régimen. Nunca he pertenecido a un partido político, a pesar de las invitaciones para ello. Pero, sé de donde vengo. Tiempos convulsos los vividos en esa etapa de joven, con ilusiones para cambiar la sociedad española. Había un gran respeto por las personas mayores, en algunos casos, miedo a los padres. ¡Ordeno y mando, sin decir ni pío! Los mayores de mi generación, nacidos en la posguerra, hemos vivido, visto, leído y escuchado de casi todo y de todas las cosas. Algunos sociólogos nos suelen denominar como la ‘generación perdida’ pues hemos visto mucho y nuestra participación ha sido escasa o nula. He visto los cambios de la sociedad española desde una atalaya de privilegio, como profesor universitario. Los mayores somos testigos privilegiados de estos cambios, si son objetivos los de mi generación. La sanidad, las formas de vida, el vestuario, las comunidades de las casas, las ciudades y los pueblos, así como sus dotaciones, la libertad, la esperanza de vida, el acceso a los viajes, las pensiones, etcétera. Todo ha cambiado, para mejor. Hemos dejado atrás, desde hace unos años, una España oscura, triste y con boina. Los mayores nos negamos a retroceder a las formas de vida de las décadas de los 40, 50, 60 y 70. Por supuesto, todavía queda mucho por hacer por y para los mayores, fundamentalmente, en la formación a lo largo de la vida, pensiones, el acceso a la cultura y a la ciencia, así como la verdadera participación activa en todos los ámbitos de nuestra sociedad.

P.- Es evidente que las reivindicaciones de las personas mayores han variado notablemente, pero ¿cómo valoraría la respuesta de la sociedad? ¿No percibe que la imagen general hacia el colectivo sénior no se corresponde con la realidad?

R.- Creemos que todavía la sociedad española no es consciente de la presencia de los mayores. En algunos aspectos nos miran desde el prisma económico, como consumidores natos a los que tienen que mimar en un futuro próximo. Todos los demás nos tratan con la vieja caridad cristiana de los cuidados a los ancianos o mayores. La religión está muy marcada en la educación y en la población mayor. Existe un número amplio de asociaciones de mayores y administraciones públicas, que se ocupan de los problemas de las ataduras, edadismo, la soledad, voluntarismo social, etcétera, que, por desgracia, se da todavía en nuestro en nuestro país. Mientras no se superen estos temas, no se avanza como sociedad del siglo XXI. Es una pena, que la atención sea solo esta. Lo peor, es que las personas mayores no tenemos una imagen definida, y la que tenemos, es mejor no tenerla.

P.- Hablemos de las Administraciones públicas. Apelan a las personas mayores, básicamente, en época electoral y abordando casi en exclusividad el tema de las pensiones...

R.- Sería mejor no hablar de todas ellas. Tienen que dar un paso adelante y modernizarse en todos los sentidos. Pongamos un ejemplo. Actualmente, los mayores estamos representados en el Congreso de los Diputados dentro de la Comisión de Salud y es de suponer en la Comisión de Derechos Sociales y Consumo... ¿Todos los mayores necesitan asistencia médica o están enfermos? Por supuesto la salud es una de las principales preocupaciones de la sociedad, pero a los mayores nos preocupan muchas más cosas, como la política, la educación, el medio ambiente, la ciencia, el acceso a la cultura, las pensiones, el paro, la corrupción, el cambio climático, la transición energética y un largo etcétera, como a otras personas de cualquier edad. Los mayores no somos distintos. ¿Para cuándo una Comisión/Consejo/Oficina Asesora de los Mayores al servicio y como apoyo a los parlamentarios, independientemente de la existencia de otros organismos de la administración que trabajan o deben trabajar externamente para los mayores? Este ejemplo es extrapolable a las comunidades autónomas y, especialmente, a los ayuntamientos. El año pasado entregamos una carta, en mano, al entonces ministro de Cultura y Deportes, con peticiones culturales para los mayores. Entre otras sugerencias pedíamos, que al igual que el Bono Joven, se creara “el Bono Cultural Mayor de 500 euros para todas las personas que cumplan los 65 años, facilitando el acceso a bienes culturales en su primer año de jubilación”. Consideramos que debe ser la primera carta y noticia que reciba un jubilado español de su Gobierno. No tenemos repuesta. Tendremos que pedirlo al nuevo ministro. De todas las administraciones públicas esperamos poco o nada para la cultura y ciencia para los mayores. Pero nos presentaremos a todas ellas.

P.- En cuanto al nivel del asociacionismo actual. En su opinión, ¿cree que la progresión de estas entidades es acorde a la evolución de un colectivo tan heterogéneo como el sénior?

R.- Sinceramente, creemos que estas asociaciones están ancladas en el pasado. Llevan muchos años haciendo lo mismo. Los mayores necesitamos otras voces sénior. Quizás las podemos encontrar entre los intelectuales, posiblemente en el mundo de la cultura y de la ciencia. Los mayores no somos todos iguales, ni pensamos de la misma forma. No somos un grupo homogéneo. Igualmente les sucede a las organizaciones de mayores, cada una se dedica a unos temas concretos y a ofrecer servicios diferentes a los mayores. Casi todas orientadas a aspectos de salud, pensiones y ocio. Últimamente a programas de soledad. Y pocas, a la cultura y la ciencia. A los españoles no cuesta asociarnos, excepto para el fútbol. Necesitamos hacer campañas para organizar nuevas asociaciones de mayores.

P.- La soledad no deseada entre las personas mayores lleva tiempo tomando tintes de preocupación. Cuál es su visión de este asunto, teniendo en cuenta, sin embargo, que es un asunto que afecta a casi todas las edades.

R.- Acabamos de publicar un artículo ‘Amigos Mayores’ que hace referencia, de pasada, a este tema de la soledad. Reproduzco una parte de esta opinión: “Parece ser, según los expertos y estudiosos, que uno de los problemas de las sociedades modernas es la soledad, y dentro de ésta, la soledad no deseada. Diversos estudios lo avalan. Dicen los que saben de esto, que, para combatir la soledad no deseada entre las personas mayores, hay un denominador común: el mejor antídoto contra la soledad es tener amigos de verdad. No es nada fácil tener amigos de verdad de mayores, sino se han tenido antes de joven…” La soledad no deseada es un tema de estudio mundial, especialmente, en las sociedades desarrolladas. No confiemos en las soluciones que dan las administraciones públicas.

P.- El ODS 4 “busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida”. ¿El papel lo aguanta todo o cree que se están dando pasos hacia este fin?

R.- No creemos y desconfiamos que se realicen muchas cosas por la comunidades autónomas, que tienen desde hace años las competencias de Educación. Nosotros desde Cultura Senior, insistiremos y pediremos una reunión con la nueva ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, para presentarle la necesidad de la realización de un Plan de Formación para Mayores de 65 años, en línea con las orientaciones internacionales del aprendizaje a lo largo de la vida.

P.- Para finalizar y volviendo a Cultura Senior. ¿A quién se dirige y cómo podemos unirnos a esta plataforma?

R.- A los mayores nos quedan por hacer muchas cosas, tanto de forma individual, como en nuestras asociaciones y colectivos de mayores. Queremos participar y ser útiles a nuestra sociedad. En Cultura Senior estamos abiertos a todos los que se consideren mayores. Y nos gustaría, que las numerosas entidades de nuestro país, culturales, científicas y de innovación tecnología, se adhieran a colaborar con el mundo de los mayores de esta asociación. Por nosotros, no será. La sociedad española necesita la participación, presencia, y las voces de los mayores. Es cada vez más urgente y necesario. Nuestros datos de contacto y para asociarse son: “www.culturasenior.org” y al correo electrónico “admin@culturasenior.org”.